Hace 51 años (más de medio siglo) que cada 24 de junio celebramos en el Perú en Día del Campesino, pero 39 años antes (de 1930 a 1969) se celebraba en nuestro país el “Dia del Indio”, merced a un decreto del presidente Augusto B. Leguía, emitido el 23 de mayo de 1930, casi al final de su gobierno, que oficializaba dicha efemérides y que incluía concursos nacionales de música y bailes multitudinarios.
Resulta oportuno recordar que los orígenes de esta celebración datan de la época incaica, especialmente de la fiesta del Inti Raymi, donde se festejaba y agradecía la fertilidad de la tierra y la influencia del Sol en la cosecha, tanto así que cronistas de la época, como el Inca Garcilaso de la Vega, relatan que todos los 24 de junio se celebraba con danzas, bebida y comida la fiesta del Sol que duraba nueve días, todo lo cual fue desbaratado en la época colonial por los conquistadores españoles que llevaron a los campesinos a las minas, como bestias de carga y esclavos, por la ambición del oro y la plata.
Ya en nuestra vida republicana, más precisamente, nueve meses después del golpe militar del 3 de octubre de 1968, el jefe la Junta Militar de Gobierno, general de división del Ejército, Juan Velasco Alvarado, promulgó el 24 de junio de 1969 la Ley de Reforma agraria y cambió el “Día del Indio”, por el Día del Campesino, denominación que se mantiene hasta nuestros dìas.
Lo destacable de este cambio es que se dejó de usar el vocablo “indio”, muchas veces utilizado como calificativo peyorativo, discriminatorio, de marginación y hasta de burla con los hombres y mujeres del ande, particularmente con los de la sierra. Afortunadamente, se optó por reivindicarlos y darles el sitial que se merecen, porque los campesinos, los que labran la tierra, también cumplen un importante papel en el desarrollo del país.
Por lo tanto, es meritorio que los campesinos reciban todos los homenajes posibles por el arduo trabajo que realizan y que se ve reflejado en el abastecimiento diario de productos y alimentos en la mesa de millones de hogares no sólo del Perú, sino del mundo entero.
De acuerdo con datos oficiales, los campesinos representan al 24% de la Población Económicamente Activa, que equivale a unos 3 millones 756 mil personas de todo nuestro país, y siendo la agricultura el sector que genera mayor cantidad de mano de obra, en un mundo globalizado y con la apertura de mercados, los hombres del campo se tienen bien ganado el respeto y los buenos deseos para que sigan mejorado su capacidad emprendedora, apliquen mejores tecnologías, a fin de que incrementen el rendimiento de sus cultivos y mejoren la venta de sus productos. FELICITACIONES A TODOS.
Juan Miguel Soto Villoslada
Sociólogo - Periodista

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