Todo cambio debería ser para bien, pero, mucho me temo que, la designación de Pedro Cateriano en la presidencia del Consejo de Ministros será de mal en peor, algo propio de este gobierno que ha fracasado en la lucha contra la pandemia del coronavirus y ha llevado al descalabro económico de nuestro país.
Evidentemente que, no había gente honorable, honesta y capaz que hubiera aceptado ser parte de este gobierno; pero, ahora se abre la incógnita sobre el rumbo a seguir, aunque es previsible que este nuevo gabinete le cuidará las espaldas a Martín Vizcarra para que no tenga mayores contratiempos en lo que queda de su gobierno, hará todo lo necesario para librarlo de toda investigación política y judicial, y además, detener los procesos penales a Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Nadine Heredia, Pedro Pablo Kuczunski, asì como de Susana Villarán y la banda criminal de "las chalinas verdes".
Recordemos que Cateriano fue viceministro en el gobierno de Toledo, luego, ministro de Defensa en el gobierno de Ollanta Humala, precisamente donde un 14 de julio del 2013 un programa periodístico difundió el audio de la famosa “luz verde” que Nadine Heredia le daba para efectuar compras en el sector defensa.
Además, Cateriano es un personaje altanero, pedante, prepotente, que sólo hace gala de sus expresiones de odio a sus adversarios y aquellos que no concuerdan con sus ideas. No debería sorprendernos que en las próximas semanas y meses, en coordinación con fiscales y jueces caviares, se reanuden audiencias y una lista de personajes para las prisiones preventivas.
Algo que tampoco debemos olvidar es que Cateriano fue investigado por la compra de un satélite que nunca funcionó y la fiscalía cerró la investigación que le seguía por los presuntos delitos de colusión y negociación incompatible contra la administración pública, y como bien dice el internacionalista Ricardo Osores Plenge: “las mafias no cambian solo mutan”.
Pero no sólo Cateriano lleva esta mochila en las espaldas, sino otros flamantes ministros como el de trabajo, el joven Martín Ruggiero Garzón, de 32 años, quien –además de racista- estaría vinculado con un estudio de abogados que habría asesorado a la constructora Odebrecht, o la ministra de Inclusión Social, Patricia Donayre, camaleónico personaje que supera a Gino Costa y Anel Townsend en el cambio de agrupaciones políticas, pues ha estado en el Frente Independiente Moralizador, Perú Posible, Acción Popular, Alianza por el Gran Cambio, Fuerza Popular, Peruanos Por el Kambio, y ahora es vizcarrista.
Finalmente, cabe resaltar que otros ministros del gabinete Cateriano se mantienen, sólo han rotado, mientras otros como el de Salud, Víctor Zamora, han salido luego de cometer actos cuestionables con la administración pública, por lo que, sin ser tremendista, poco o nada bueno podemos esperar de este gabinete que, dígase de paso, ha empezado pidiéndole al Congreso que lo reciba antes del 28 de julio y le dé el voto de confianza.
Juan Miguel Soto Villoslada
Sociólogo - Periodista

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