Ha pasado una semana desde que el presidente Martín Vizcarra, en lugar de acatar como corresponde la decisión del Congreso de no otorgar confianza al gabinete ministerial encabezado por Pedro Cateriano, se las emprendió nuevamente contra el Parlamento y pretendió vincular esa votación a un interés de los congresistas de sabotear “la reforma universitaria”.
Basta de mentiras y de seguir tratando al Congreso como a una piñata. La “luz verde” negada a Cateriano (servidor de Nadine Heredia) nada tiene que ver con la reforma universitaria; más bien, lo que se pretende es mantener a un grupo de caviares enquistados en el ministerio de Educación empeñados en promover la ideología de género, plan que viene desde la gestiones de los exministros humalistas Patricia Salas, Jaime Saavedra, seguida por Marilú Martens, Daniel Alfaro (durante PPK), luego Flor Pablo y ahora Martín Benavides.
El señor Vizcarrra ha engañado a todos los peruanos en estos más de 2 años de su gobierno y hasta dio un golpe de Estado para deshacerse de un Congreso que le resultaba incómodo, despropósito al que se han sumado la mayoría de medios de comunicación que, al ver amenazados sus intereses –en un momento- por el proyecto para limitar la millonaria publicidad estatal (conocida como “Ley Mulder”), emprendieron una campaña feroz y sistemática en contra el Congreso de la República.
En este ambiente de confrontación política, el nuevo Jefe de Gabinete Ministerial, Walter Martos, inicia su gestión con dos ministros cuestionados y en proceso de interpelación como es el caso de Martín Benavides, de Educación, y María Antonieta Alva, de Economía. Recordemos que, Benavides lleva sobre sus espaldas el haber sido incapaz de comprar laptops para los niños de la sierra, lo que significa que esos escolares van a tener que repetir el año, mientras Alva tiene a su padre como accionista de una empresa que ha cobrado un millón y medio de soles al sector Agricultura.
Los peruanos estamos cansados de que las autoridades se aprovechen del cargo todo el tiempo, queremos medidas eficaces para solucionar la falta de trabajo, que pongan en marcha las inversiones paralizadas, y que enfrenten la pandemia del coronavirus; en resumen,medidas que reactiven la economía y enfrenten la crisis sanitaria, por lo que,a estas alturas, sería aconsejable que el presidente Vizcarra sea coherente y consecuente con su llamado a la “concordia” y “unidad nacional”, y no utilizarlo en beneficio propio, para librarse de los procesos judiciales que le vienen después del 28 de julio del 2021.
Juan Miguel Soto Villoslada
Sociólogo - Periodista
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